DE LA OSCURIDAD A LA LUZ

Tus decisiones marcan la vida que vives: Todos los días tomas decisiones pequeñas y grandes que construyen el rumbo de tu vida. A veces, claro, te equivocas y eliges lo que no te hace bien o daña a los demás. Sin embargo, siempre puedes tomar nuevas decisiones para retomar un camino con más sentido y más acertado. Las decisiones tienen consecuencias. La vida es el resultado de tus decisiones, porque es lo que haces con lo que te sucede.

Cuida tus palabras: Las palabras que usas tienen poder e influencia en los demás, tanto positivo como negativo. Cuidar las palabras te permite generar un impacto positivo en los demás y en ti mismo.

Trata a todos con amor y respeto: La gente que es popular entre los demás, puede serlo positiva o negativamente. En Meals, queremos más personas populares que sean amables, respetuosos, que valoren a los demás y que inviten a los otros a crecer y avanzar. Evita ser una persona tóxica para los demás.

Fortalece tu autoestima: Carolina nos contaba que ella se sentía fea y gorda y muchas decisiones que tomó y cosas que hizo, fue para sentirse querida y aceptada. Cuando una persona no tiene autoestima, queda vulnerable, porque buscará pertenecer y ser aceptado a toda costa. Ahí hay riesgo de caer en drogas y alcohol. Carolina nos invita a aprender a conocernos y amarnos. Así mismo, quienes son padres están llamados a fortalecer la autoestima de sus hijos, para que se sientan orgullosos de quiénes son y no vivan buscando la aceptación en otros para sentirse valiosos.

Si tienes hijos, no los esperes perfectos: Si eres mamá o papá, ten presente que es más importante tener hijos felices que hijos perfectos. Inculca valores en ellos, invita a que sepan tomar decisiones y que sean buenas personas. La perfección solo existe en nuestra mente y nos corresponde educarlos para que ellos mismos encuentren lo que los hace felices. Recuerda reconocerlos y felicitarlos por sus logros.

Si tienes hijos, busca estar presente en sus vidas: Conócelos, entiende lo que los motiva y sé parte de lo que les sucede. Dedica tiempo a conocer a sus amigos y las actividades que disfruta. No se trata de estar con ellos las 24 horas, pero sí de involucrarte e interesarte en sus vidas.